Difícil panorama se avecina para Europa, o al menos eso es lo que todo parece apuntar, con unos gobernantes que están muy lejos de estar a la altura de la situación, no solo en España, sino también en Francia, Alemania y el resto de países de la zona Euro. El plan de austeridad que se impone desde Alemania, no deja de ser viejo, vetusto y caduco, aunque se justifica en la necesidad de recuperar la confianza de los inversores, para que el capital regrese a Europa y de esta forma volver a crecer.
Angela Merkel ha vuelto a destacar la necesidad de realizar reformas estructurales, como fórmula que permita avanzar en el camino hasta el fin de la crisis, estas reformas además deben dar sus frutos, lo cual para nada esta garantizado y es por eso, que ahora pide un esfuerzo más, de al menos durante 5 años, con la única finalidad de superar la crisis.
Lejos de estar en el camino correcto, la canciller alemana se esta enrocando en una fórmula vieja y caduca, que conduce a un futuro nada prometedor, ya no sólo para España, que es quizá, la que tenga un panorama más oscuro y quien menos puede permitirse mantener la austeridad durante un periodo de tiempo tan largo.
Para Alemania, no deja de ser España, Italia, Portugal, Irlanda y por supuesto Grecia, experimentos de laboratorio, sobre los que se van realizando alteraciones, modificaciones, pero sin dar con la tecla. Parece increible, que después de lo que llevamos visto con Grecia, tengamos que todavía asistir a las mismas ideas y a los mismos planteamientos, como método para dar salida a la crisis.
Merkel se equivoca, la austeridad por sí sóla, no conseguirá que Europa salga de la crisis, o mejor dicho, que salgamos sí, pero perdiendo un precioso tiempo. Es correcto que se hagan reformas y que se corrijan innumerables desajustes así como verdaderas barbaridades que se han estado cometiendo durante años, pero no se puede pedir peras al olmo y como todo cuando se cambia, requiere de tiempo, tiempo del que algunos países no disponen y por supuesto, hay que por encima de todo ser realistas, coherentes y buscar objetivos que puedan llevarse a la práctica y cumplirse a corto plazo.
Es por esto, que la austeridad entendida como lo hace Alemania, conduce a un mayor riesgo, debido a la rigidez que genera, provocando un colapso, que termina por extenderse a todos los sectores de actividad, desde el turismo, hasta la energía, pasando por la construcción, el consumo de las familias y por supuesto el crédito bancario.
Nos tratan de vender una gran unión, en todos los aspectos, pero en verdad, Europa no es América y estamos lejos de tener una estructura político-económica, como la que allí se tiene, donde existe una mentalidad clara y una única bandera. No es que con esto quiera justificar, ni mucho menos poner de ejemplo las políticas de Estados Unidos, que van en muchos casos a un exceso de flexibilidad.
En Europa hace falta un punto intermedio, ni la rigidez que impone Alemania, ni los excesos que podemos ver en USA, es importante la flexibilidad, como punto vital para poder adaptarse al entorno y los cambios que se producen en él de forma continuada. De nada sirve que nos centremos en sanear, algo por otra parte necesario, sinos olvidamos de todo lo demás y aquí es donde peca Alemania.
Al final, no deja de ser un pulso entre austeridad y flexibilidad. No todo puede ser claro ni oscuro, la clave está en encontrar el punto intermedio, Alemania lo tiene fácil, para ellos cuanto más oscuro esté todo para el resto, más claro estará para ellos y así dificilmente encontraremos salida a corto plazo, porque eso es lo que busca Alemania que el resto siempre tenga que depender de ellos, lo que viene a ser, que alguien de fuera te diga como tienes que hacer las cosas en tu casa. Éste es el futuro que nos espera.