Nueva chapuza del FMI
Nos levantamos con noticias positivas, o así deberíamos considerarlas. En un periodo en el que los mercados se encuentran viviendo un momento dulce, el sentimiento de los inversores parece claro, no hay problemas sino simplemente soluciones. Otra cosa bien distinta, es la forma de abordar las dificultades y el camino recorrido para conseguir llegar a la meta deseada.
En este sentido, podemos leer hoy la enésima chapuza que conllevan los planes de austeridad, auspiciados por Ángela Merkel, con el beneplácito del FMI, el BCE y la CE, lo que se conoce familiarmente como la Troika. Así, desde el FMI se permite a Irlanda que rebaje los recortes previsto para el próximo año, desde una cantidad inicial de 3.100 millones de euros, según lo estipulado en el Memorándum de Entendimiento, hasta una cifra de 2.700 millones de euros.
El FMI, no oculta que el motivo de esa reducción (sinceramente leve), es intentar reactivar la economía irlandesa, una vez que la misma ha logrado salir recientemente de la recesión. Esto demuestra que las políticas de austeridad, provocan un efecto no deseado, aunque claramente sabido como es la paralización de la actividad y la congelación del mercado de crédito.
No contentos con lo bien que lo están haciendo y en vistas de la débil situación que tiene el sector financiero irlandés y la abultada deuda que acumula el país, se invita a Irlanda a una segunda ronda de rescate, que en las actuales condiciones que tiene el mercado permitiría reducir notablemente los costes financieros. De esta forma, Irlanda podría ser el primer país de la Unión Europea en acceder al programa de ayuda del BCE, conocido bajo sus siglas (OMT).
Y claro, como las comparaciones son odiosas, pero no dejan de estar presentes, yo me pregunto… ¿Es Irlanda el espejo dónde debe fijarse España? Pues todo apunta por el momento a que no debemos perder la referencia que nos marca, ya que debido a la elevada deuda que acumulamos, podríamos vernos abocados en definitiva a un segundo rescate, todo dependerá finalmente de la salud que muestre nuestro sector financiero, que parece que va a empezar a levantar la mano en el mercado de crédito doméstico y más vale que sea así, pues es necesario y prioritario reactivar la economía, que la demanda interna empiece a despertar y se ponga verdaderamente en marcha el motor de España.
En definitiva, los planes de austeridad demuestran ser una auténtica chapuza que pretenden sanear balances y endurecer y castigar al pueblo, por excesos producidos por terceros. El efecto inmediato es una gran caída de la demanda nacional, a la que se une un preocupante engorde de la tasa de desempleo que solo hace retroalimentar el problema. En vista de que la situación no mejora a la velocidad deseada y puesto que el mercado lleva un tiempo más calmado, se reduce el objetivo de recortes iniciales con el fin de estimular la economía, lo que demuestra que son coscientes del desastre que han provocado con los programas de reformas aunque de forma lógica no lo van a reconocer, e invitan, en una medida ciertamente contradictoria, a hacer la pelota más grande, mediante un segundo rescate, eso sí el cual tendría unas condiciones financieras suculentamente mejores.
Esto es lo que hay y es lo que tenemos, un puñado de dirigentes que solo hacen experimentar y hacer pruebas de laboratorio. Irlanda, Italia, Chipre, Grecia, España… cada uno con sus propias particularidades. Aunque el final es claro, el pueblo es quién de una manera u otra soporta la presión y se lleva el castigo de las malas prácticas de otros.